Rodolfo Gálvez, actual vicecampeón mundial de bochas en la modalidad Raffa, confiesa que estuvo a punto de no representar al país en el Mundial de la especialidad realizado en Roma.
¿La razón?. Debido al nulo apoyo tanto de privados como de estamentos públicos para su preparación, más de una vez se la ha pasado por su cabeza adoptar otra nacionalidad.
"Claro que lo he pensado, ya que me lo han propuesto. Me gustaría tomar esto como profesión, pero acá en Chile es imposible. A los jugadores de otros países sus propias federaciones les consiguen recursos e incluso les dan un sueldo de 10 mil dólares por cada competencia", relata Gálvez.
Sus Inicios
¿Pero que hizo que un niño de 10 años se haya interesado en este deporte que no es masivo?.
Según dice Gálvez, fue simplemente porque el juego le llamó la atención. Luego, al ver que gracias a esto podía viajar a varios puntos de Chile, fue tomándole más el gusto y cariño a esta disciplina.
"Este es un deporte italiano, de colonia, y no es muy accesible para cualquier persona. Cuando tenía 10 años, cerca de mi casa en San Miguel la federación hizo un club y me acerqué porque me llamó la atención la formalidad con la que se tomaba este deporte. Tras eso, un caballero me enseñó las reglas y comencé a jugar", repasa.
A partir de ahí, las bochas fueron prioridad número uno para Gálvez y comenzó a representar a Chile en el extranjero. "A los 13 años fui al Mundial de Suiza (1991), donde jugué muy bien, y salimos en el lugar número once entre 32 países participantes. La gente decía, 'ese chiquitito, que bocha bien, entiende bien el juego' y ahí me di cuenta que servía para esto", asegura el santiaguino que representa al club Sportiva Italiana de Valparaíso.
Experiencia Mundial
El reciente segundo lugar conseguido en el mundial italiano es la mejor actuación en la historia de las bochas criollas, por eso es que Gálvez no duda en considerar este resultado como el mejor de su vida. "La verdad que antes de viajar mi objetivo era llegar entre los tres primeros y por suerte se dio. Estuve entrenando desde marzo para el Mundial, por lo que creo que fue un premio merecido", afirma.
Para el bochador, este premio es netamente mérito propio. "Aquí nadie te enseña nada, este es un esfuerzo personal. Tengo el apoyo de Ulises Gnecco (presidente de la rama de bochas en Sportiva), que siempre ha sido un aporte, pero de parte de la federación nada, y eso que uno juega representándolos a ellos", concluye.
Pablo Gómez
deportes@mercuriovalpo.cl
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