Generalmente, cuando llega un nuevo carro, los bomberos festejamos esos cambios y organizamos bienvenidas, ceremonias de bautizo y vemos cómo lo haremos para que ese carro nuevo lleve nuestra impronta, nuestros colores y nuestros signos distintivos. Sin embargo, lo que ocurrió este sábado 8 de mayo fue completamente diferente. Los homenajes y nuestro esfuerzo ni iban para el carro que llegaba, sino para el que se iba.
Después de 24 años de leales y eficientes servicios, nuestra querida Unidad 62 dejaba nuestro cuartel. Con este carro se van cientos de historias, momentos imborrables para los sestinos que tuvimos el honor de tripularlo. Son recuerdos de grandes incendios, de "salvadas" al filo de la desgracia, de llegadas oportunas, de días enteros en esos declarados interminables, donde el carro era, además, nuestro comedor, dormitorio y lugar de descanso. Jamás nos falló, por lo que al momento de su partida, nosotros tampoco podíamos fallarle.
El jueves 6 de mayo se realizó nuestra tradicional comida de 6, encabezada por nuestro director Pierino Bavestrello, la cual, inéditamente, la realizamos en la sala de máquinas, junto a nuestro "chanchito", el último de los grandes guerreros. En esa ocasión, fuimos 38 los sestinos que asistimos a ese momento de despedida. Pero no era suficiente.
El sábado 8 de mayo la compañía fue citada a Academia para sacar todo el material del carro y poder entregarlo a la Junta de Bomberos para su reubicación en otra compañía. Aprovechando esa ocasión, el Consejo de Adminsitración y Disciplina aprobó los fondos para realizar un asado abierto a todos los sestinos y realizar una despedida más informal, pero que resultó ser tremendamente emotiva.
Después de compartir la mesa, los sestinos nos pusimos en formación para la cermonia de despedida. Encabezados por nuestro capitán Vicente Maggiolo, los voluntarios Leonardo Debernardi y Renzo Milesi fueron los encargados de retirar la placa del carro, aquella que fue instalada hace 24 años y que decía "Carro Italia Enrique Gaggero C." Que mejor nombre para un gran carro.
A las 16:27 horas, la placa era retirada de la máscara del 62. A esa misma hora, la central de alarmas, aquella que despachó a este carro en miles de ocasiones anunciaba "Unidad 62, Z 13". El guerrero, quedaba fuera de servicio.
Posteriormente, afuera del cuartel, se dispuso de la formación de la Unidad 61 y del nuevo 62 para armar seis chorros de agua, por donde el 62 hizo su última pasada. Numeroso público se concentró en el sector de la Plaza Italia para ver aquella despedida, donde el agua se mezclaba con más de alguna lágrima, ya que con el 62 no sólo se iba un gran carro, también se iban los recuerdos, las anécdotas y gran parte de la historia sestina.
Ojalá que quienes lo reciban lo cuiden tanto como nosotros, pero será imposible que lo quieran como lo hicimos los sestinos o que viva grandes momentos como los ya vividos, porque la épica vivida en estos 24 años será imposible de encontrar en otro lugar. Esa épica, sólo la Sesta la puede dar.
Enviado por Ezio Passadore
1 comentario:
Muy interesante y emocionante. Qué grato es conocer y compartir esta experiencia con la querida Sexta Compañía.
Gracias por este mensaje.
Con los mejores saludos
Gilda Canepa S.
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