RECENSIÓN
CUNEO NASH, Silvio: “Las influencias de Cesare Zavattini en el cine chileno” Universidad de Valparaíso – Editorial, Valparaíso, 2.010, 67 páginas.
Este libro cuyo comentario inicio es el segundo que se presentó al público lector salido de la pluma (aunque razonablemente esto dicho de modo metafórico) del joven profesor y novel autor Silvio Cuneo en el 2.010, el primero fue “Cine y Derecho penal”, este el segundo fue puesto en circulación en agosto del año pasado en la Casa d’ Italia en Viña del Mar, contando con el patrocinio de la Región Emilia Romagna, se trata de una edición bilingüe, en castellano se encuentra su texto entre las páginas 9 y 40 y en italiano se vierte en las páginas 41 a 67, siendo la traducción obra de la joven Profesora Daniela Marzi, Presidenta de la Asociación Emilianos-Romagnolos de Valparaíso, como se deja constancia en la breve presentación.
La obra tiene una división tetrapartita: la primera, titulada “Vittorio De Sica y Cesare Zavattini”, en que se recuerda a los films “Ladrones de bicicleta”, “Roma, ciudad abierta” y “La tierra tiembla”, en que se destaca a los Directores Vittorio De Sica, Roberto Rosellini y Luchino Visconti a quien se los caracteriza como pilares del neorralismo, para después extenderse y demostrar el vínculo inescindible de De Sica y Zavattini; la segunda, “Zavattini teórico del neorrealismo italiano” en que el autor en un conciso texto que indica preparación y conocimiento demuestra fundamentalmente lo que el epígrafe afirma: la tercera, “Influencias de Zavattini en el cine chileno”, empieza con la verdad inconcusa del influjo del neorrealismo italiano en el cine mundial, para extenderse luego en su influencia en el cine latinoamericano, para concentrarse después en demostrar la influencia de Zavattini en los principales Directores de cine chileno de la segunda mitad del siglo pasado: Patricio Kaulen, Álvaro Covacevic, Miguel Littin y con reservas incluye a Raúl Ruiz: y, la última cuarta parte, la destina al examen, de “Zavattini en Valparaíso. Análisis particular de Aldo Francia para dárnoslo a conocer de manera paladina, examinando los dos largos largometrajes de este último “Valparaíso, mi amor” de 1.967 y “Ya no basta con rezar” de 1.972.
Finalmente, a propósito de “Valparaíso, mi amor” en su filmación se utilizó como locación la Posta Infantil del antiguo Hospital “Dr. Enrique Deformes” de Valparaíso (donde actualmente se yergue el adefesio del Congreso Nacional), donde ejercía su profesión de médico-funcionario especialista en pediatría el Doctor Francia, junto entre otros al también pediatra Doctor Rubén Campos Mori, a quien le pidió que actuara en su película y lo hizo como el enérgico médico que le niega la hospitalización al infante enfermo, a este le escuché que uno de sus recuerdos más imborrables fue haber visto en una visita a su hija que vivía en Alemania “Valparaíso, mi amor” doblado al alemán. Se trataba de dos pediatras humanistas y de excelencia que durante más de cinco décadas del siglo pasado se repartieron la atención de los infantes descendientes de los miembros de la colectividad italiana de la conurbación denominada Gran Valparaíso.
HUGO E. MARZI RIVERA
ABOGADO
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