viernes, 1 de abril de 2011

LA MARATON DE ROMA, POR SILVIO CUNEO.


Para quienes no somos deportistas profesionales, correr 42 kilómetros representa un desafío nada despreciable.
La ventaja de ser aficionado, radica, al menos en mi caso, en que no me importa el tiempo que tarde y que lo primordial a la hora de correr es disfrutar cada zancada y entender que el maratón es una fiesta. De esta manera, tratando de encontrar espacios entre los quehaceres universitarios y laborales, procuré practicar todas las tardes entrenándome para el maratón en la ciudad más hermosa del mundo: Roma.
Y volando pasó el tiempo y, con menos preparación de la recomendada, llegó la hora de la verdad.
Cerca de 15 mil corredores llegamos muy temprano el pasado domingo 20 de marzo al anfiteatro Flavio (conocido como ‘il Colosseo’) para correr por la Città Eterna. Tras la espectacular largada por la ‘Via dei Fori Imperiali’ descubrimos, a los pocos kilómetros, dos problemas que al menos yo no había previsto:
los adoquines milenarios, hermosos pero inapropiados para los corredores y las angostas calles que amontonaban a los participantes.
Pero nada podía compararse con la magia de encontrarse casi en cada kilómetro con esas maravillas que Roma ofrece…
Del ‘Colosseo’ al ‘Vittoriano’, para luego subir por el Teatro Marcello hasta Circo Massimo. Después Piramide, Via Ostiense, Lungotevere varios kilómetros hasta la Via della Conciliazione que nos llevó al Vaticano. Desde la cúpula se escuchaban las campanas y coros que acompañaban a las voces de aliento que nos daban las monjas con entusiasmo. Lungotevere de nuevo hasta el Foro Italico. Entre callecitas apareció, espléndida como siempre, la Piazza Navona.
Por Via del Corso llegamos, a duras penas, a la Piazza del Popolo; las piernas no podían más, pero sabíamos que faltaba lo mejor.
Piazza di Spagna, Fontana di Trevi, de nuevo el Vittoriano y, sin darnos cuenta, apoteósico e imponente nos esperaba ‘il Colosseo’ y misión cumplida…

3 comentarios:

Hector Castelletto Tassara dijo...

Voy a entablar un recurso de protección siquica, de pura envidia, miren al puma estudiando en la ciudad eterna y trotando por sus calles....

Anónimo dijo...

Hermosa experiencia, màs allà de que omitas el tiempo de carrera.
Creo que sòlo por Roma correrìa una maratòn en la vida...
Eduardo, Bologna.

Ximena dijo...

me encanta leer de qué manera estás aprovechando tu experiencia en Roma . Te felicito, esto debe ser fantástico.