FE DE ERRATAS Y ALGO MÁS
Por un error involuntario, cometido en la edición especial del 16 del mes der marzo, al no haber incluido entre las instituciones italiana anteriores o coetáneas a la Unidad de Italia (1861), la “Sesta Compagnia di Pompieri italiani di Valparaiso”, la “Cristoforo Colombo”, reparamos el error con un recuerdo destacado y merecido para la Sesta y la comunidad de la V región.
Su fundación se remonta al lejano 23 de enero de 1858.
Todos los fundadores italianos y los actuales voluntarios son italianos o descendientes de italianos. Entre los fundadores apellidos importantes de nuestra comunidad, Longhi, Rondanelli, Solari y tantos otros. Entre sus filas honran su pasado y el presente, mártires que rindieron la vida al servicios de la ciudadanía y los vecinos del puerto, con ocasión del bombardeo contra la población civil del puerto por parte
de la escuadra española en el año 1866, y también, en la oportunidad en que se producen calamidades públicas y no sólo incendios, entre ellos, el terremoto que destruyó nuestro puerto principal el 16 de agosto de 1906.
Entre los mártires, Guido Malfatti, Paolo Scorza y Umberto Gaggero, gravemente heridos Barbieri, Sturla y Perotti.
Todos ellos víctimas al combatir un incendio el día del año nuevo de 1953.
El embajador de Italia, don Guido Borga presentó condolencias a las familias y se condecoró post mortem a los caídos en el cumplimiento del deber.
Antes en el año 1881 muere otro voluntario Vicente Forno.
Destacada participación en la conservación del orden público le cupo a la “Sesta” durante la Guerra del Pacífico (1879) y la revolución civil contra el presidente Balmaceda en el año 1891. Solidaridad y servicio público es la vocación que enorgullece a la Sesta de Vaparaíso razón del cariño y aprecio incondicional que le dispensan todos los porteños. La fecha de su fundación 3 años antes que en Italia se formara el Estado Italiano del cual este año celebramos los 150 años de su existencia. La compañía italiana de Bomberos de Valparaíso cumplió 153 años. No es una frase cliché decir que Italia se hizo primero en las colonias italianas arraigadas en el extranjero que en el propio territorio nacional.
En Chile se fundaba la Pompa Italiana y en Italia todavía era habitada por piemonteses, toscanos, napoletanos, romanos, vénetos, sicilianos y los italianos existían solo en las mentes de algunos ilusos intelectuales y revolucionarios.
Pero en el caso de la 6 a. Compañía, la Cristoforo Colombo dispone, además, otro merecimiento digno de destacarse.
El 19 de septiembre de 1863, la Cristoforo Colombo fue elegida para representar el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en el desfile militar con que se rinden honores, todos los años, a las glorias del Ejército de Chile, en la elipse del entonces Parque Cousiño de Santiago. Una celebración que forma parte de la tradición nacional que se conmemora junto al día 18 de septiembre, día de la Primera Junta de Gobierno.
La distinción muy justificada permitió a los integrantes de la formación que desfiló con gallardía ante las más altas autoridades de la Republica encabezada por el Presidente don José Joaquín Pérez.
El porta estandarte mantuvo, como acordado, en la funda la bandera tricolor de Italia por no contar el Reino de Italia, a la fecha, con el reconocimiento del gobierno de Chile. Protesta sutil y muy respetuosa no pasó desapercibida para las autoridades presentes, y antes de terminar el año el gobierno de Chile reconoce el Reino de Italia y se da inicio a las relaciones diplomáticas que se mantienen hasta la fecha, siendo el primer cónsul general de Italia en Chile, el destacado ingeniero agrónomo Luis Sada, fundador de la Quinta Normal de Santiago y entre tantas otras obras, se recuerda la fundación del Liceo industrial Italia que aún funciona en la capital. Una de las primeras actuaciones del Cónsul General del Reino, don Luis Sada fue expresar la gratitud y reconocimiento del gobierno italiano por la feliz intervención de la “Sesta”. Lo anterior, nos permite sostener que los italianos no sólo hacen patria antes de la formación del Estado Italiano, es más, se constituyen en los embajadores del naciente Reino de Italia.
En lo comercial, hemos insistido, los italianos son un poderoso mercado consumidor de productos italianos lo que facilita su penetración en los mercados mundiales. Este recurso se manifiesta, también, en el plano político.
Estos hechos los italianos de hoy no pueden ni deben olvidar.
La historia de Italia se ha escrito, también, en el extranjero por mérito de los emigrantes italianos y su posterior descendencia.
La comunidad de los italianos de Valparaíso y de Chile a pesar de tratarse de una pequeña comunidad confrontada con las radicadas en las costas del Atlántico, hace honor a la par como lo hacen las de mayor consistencia numérica.
No es un caso fortuito que tres Presidentes (constitucionales) de Argentina hayan sido descendientes de italianos (Perón, Illia y Frondizi), y en Chile dos, muy brillantes y que dejaron huellas en todos los campos de la política, saber universitario y empresarial de Chile, la familia Alessandri.
El agravio se ha salvado, así espero, y de un error involuntario se ha ampliamente superado, recuperando la memoria histórica con hechos que enaltecen a la “Cristoforo Colombo” y a los italianos de Valparaíso y de Chile.
Perdonado!
Gracias...
1 comentario:
Es recomendable homenajear a los constructores del antiguo cuartel sestino a principio del siglo XIX que era un castillo veneciano y que fue modernizado para el centenario de la compañía (1958) por los voluntarios arquitecto Renato Dalmazzo G. y constructor civil Sebastiano Milesi. Después del terremoto de marzo 1965 el artista voluntario Tito Dalmazzo restauró el friso con los escudos regionales de italia en el salón de honor y el constructor Sebastiano Milesi dirigió las reparaciones. Por accidente el óleo de Garibaldi (que hoy se mantiene en el salón de la Scuola Italiana) fue rasgado por un bombero voluntario y fue restaurado por el voluntario aruitecto Renato Dalmazzo. El cuartel moderno que reemplazó al anterior dista infinitisalmente de la belleza arquitectónica de su predecesor
Erasmo Weldt
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