domingo, 31 de mayo de 2009

LA SCUOLA DE VIÑA Y VALPARAISO SON UN SOLO ESPIRITU.


La Directora Académica del establecimiento viñamarino, Mónica Bracchiglione, aseguró con orgullo que “nuestra Scuola crece materialmente, y todos quienes trabajamos en ella y para ella, nos abocamos conjuntamente a la tarea de hacerla crecer en los ámbitos académico, cultural, social y deportivo. De este modo nuestra Scuola se ha abierto a la comunidad y ha trazado, con paso firme, su porvenir”.

DISCURSO DE LA DIRECTORA ACADÉMICA DE LA SCUOLA DE VIÑA

"Nos hemos congregado aquí para festejar un momento significativo en la vida de todos quienes, de una u otra manera, hemos visto nacer y crecer nuestra Scuola, gestada bajo el alero protector de la Scuola de Valparaíso y que, poco a poco, como una hija, ha ido separándose de su progenitora, para adquirir una existencia propia.

Según la etimología de la palabra, “recordar” es hacer volver al corazón aquello que alguna vez echó raíces en él. Y así sucede cada vez que recordamos nuestros orígenes: volvemos a traer al corazón una y mil emociones perdidas en la memoria, la historia de esas familias de emigrantes italianos que llegaron y anclaron su vida en Chile, esperanzados en una mejor vida.

Con espíritu visionario y una nostalgia entrañable por su tierra lejana, crearon un espacio en donde pudieran transmitir a las futuras generaciones ese apego por la patria viva en sus almas; un espacio que preservara la cultura de sus antepasados y que fuera un reflejo incontaminado de italianidad. Así nació, hace muchas décadas, la Scuola Italiana de Valparaíso.

Luego de 70 años de esa iniciativa, la Scuola buscó nuevos horizontes, para recibir a quienes, por razones laborales o de otra índole, pusieron sus ojos en Viña del Mar; para acoger a esos descendientes de italianos o simpatizantes de la cultura e idiosincrasia italianas, que aspiraban a una buena educación para sus hijos.

Así se inicia la historia de la Scuola Italiana de Viña del Mar: en un barrio residencial viñamarino, dentro de una casona cuyas paredes hablan de un pasado esplendor; una historia la suya que, si bien reciente, nos habla de ideales paulatinamente concretados. La Scuola de Viña da hoy un paso trascendente en su crecimiento y consolidación: la inauguración de sus nuevas instalaciones.

Pareciera que las distancias se acortaran, que le Scuole de Valparaíso y Viña dejan ya de ser dos entidades separadas, para transformarse en un solo espíritu que celebra, en modo conjunto, una gran victoria.

Las nuevas salas, que albergan hoy los cursos de Enseñanza Básica, los laboratorios de Informática y Ciencias, la Biblioteca, la sala de Música, las dependencias de Educación Física y el Casino, irán adquiriendo su impronta, se poblarán de recuerdos, de vida plena, de modo que el edificio que hoy inauguramos pasará a ser parte de la historia de Viña del Mar.

Nuestra Scuola crece materialmente, y todos quienes trabajamos en ella y para ella, nos abocamos conjuntamente a la tarea de hacerla crecer en los ámbitos académico y deportivo. Una Institución adquiere renombre por sus obras, por sus actividades curriculares y extracurriculares, por su espíritu deportivo, por su curiosidad intelectual. De este modo nuestra Scuola se ha abierto a la comunidad y ha trazado, con paso firme, su porvenir…

Un avvenire, signori presenti, che speriamo sia il giusto riconoscimento ad un passato e un presente di sacrificio e dedizione.

Siamo consapevoli del fatto che, per portare avanti quest’opera, c’é bisogno di una grande dose di unione ed affetto per il proprio lavoro. E noi, che lavoriamo in educazione, sappiamo di essere spronati non da ricompense economiche, ma da genuino e disinteressato amore. Amore che abbiamo sentito, sentiamo e continueremo a sentire per quest’opera che oggi inauguriamo, per questa Scuola fatta a misura nostra".

"Molte grazie"

Mónica Bracchiglione.


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