miércoles, 9 de septiembre de 2009

IGLESIA CATÓLICA CELEBRA DÍA DEL MIGRANTE.


Cientos de extranjeros residentes en nuestra ciudad se dieron cita en la parroquia de los migrantes Inmaculado Corazón de María para participar en la misa celebrada por el obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar, en conmemoración del Día del Migrante.

Luego de la liturgia, y a pesar de la amenazante lluvia, la plazoleta de la parroquia se llenó de una diversidad de colores, olores y sabores, al convertirse en el escenario de bailes tradicionales y degustación de comida típica de numerosas colonias extranjeras. Más temprano, los asistentes disfrutaron de una exposición de artesanía típica de distintos países del mundo.

historia conocida

Los descendientes de españoles e italianos recordaron con nostalgia sus historias. En tanto, los colonos más recientes, como los peruanos y colombianos, hacían disfrutar a los presentes con su ritmo y sofisticada cocina.

Todos ellos son parte de una imagen tradicional y representativa de nuestra ciudad, ya que por sus características portuarias, ha recibido olas de inmigrantes durante toda su historia.

Durante la misa, el obispo de Valparaíso hizo un llamado a "abrirse a la preocupación hacia los hermanos y hermanas más necesitados y, particularmente, a aquellos que por motivos económicos, políticos, familiares o académicos han tenido que dejar sus hogares y hacer de Valparaíso su segunda ciudad, y de Chile, su segundo país".

"dios no hizo fronteras"

En su homilía, Gonzalo Duarte destacó la importancia de la generación de condiciones sociales para practicar desinteresadamente la solidaridad y darle dignidad a los extranjeros que buscan oportunidades en nuestra ciudad. "Hay que practicar la inclusión y no la exclusión".

En tanto, el sacerdote Pedro Nahuelcura, de la parroquia de los migrantes pidió "actuar con fraternidad y saber convivir con el extranjero. No se puede ser cristiano y racista, no se puede ser xenófobo y cristiano. Dios no hizo fronteras, las creó el hombre".

Junto con esto, recordó que muchos porteños tienen familiares en el extranjero, lo que la convierte también en una ciudad de emigrantes. "Por ello, no debemos verlos como una amenaza a nuestro trabajo, hay que valorar su aporte a la sociedad, como la atención de salud y a la investigación en tecnología. Ellos son nuestros hermanos".

La parroquia que lidera el padre Nahuelcura cuenta con una casa de acogida para 20 personas en el sector El Almendral, la que tiene una alta demanda debido a las condiciones de pobreza que afectan a muchos de quienes han visto en nuestro país una tierra de oportunidades.

La celebración del Día del Migrante fue instituida en 1914 por orden del Papa Benedicto XV. Las diferentes comunidades católicas de toda América Latina lo celebran el primer sábado de septiembre.

Marcela Arellano

ciudades@mercuriovalpo.cl

No hay comentarios: